"Es un documento profundamente reduccionista, que orienta la educación apenas para el crecimiento y el desarrollo económico y hacia la "empleabilidad" y las competencias que responden al mercado de trabajo. El paradigma que contiene se basa en "outputs", o resultados, y condiciona el financiamiento a esos resultados esperados. En el corazón de este paradigma está un sistema de evaluación estandarizada de maestros y de alumnos, con una lógica de premio y castigo. Como parte de la estrategia, el Banco mismo estará desarrollando sus instrumentos de evaluación. De hecho, esa lógica, y el paradigma de los resultados, ya está en el discurso de muchos donantes y agencias de cooperación. En ese mismo documento, el Banco plantea una nueva definición de "sistema educativo", que va más allá de lo público, para incluir toda y cualquier iniciativa educativa que responda a las competencias que exige el mercado, incluso aquí las instituciones privadas CON fines de lucro".
Camilla Croso
Presidenta de la Campaña Mundial por la Educación
Recomiendo la lectura,algunos hablan del Banco Mundial como un Ministerio de Educación global.
ResponderEliminarRecibí el siguiente comentario de DIEGO RENDÓN:
ResponderEliminar"Me parece muy importante que la comunidad educativa de los distintos países latinoamericanos pueda conocer este tipo de documentos paradigmáticos que revelan las orientaciones estratégicas de los distintos organismos multilaterales que tienen un peso decisivo en la política educativa mundial y regional.
En realidad, estos enfoques del BM son coherentes con lo que históricamente ha sido su apuesta por la educación. Con todo, no hay que conformarse con constatar eso, y preguntarse más bien cómo este discurso radical sobre los resultados de aprendizaje como punto capital de la educación, coexiste y se confunde con otros discursos educativos de carácter alternativo o social. Puede darse el caso, por ejemplo, de iniciativas de política educativa a nivel nacional que con fines predeterminados según el enfoque en cuestión, se revistan de cierto grado de apertura a la participación y legitimación con distintos actores sociales, pero finalmente estén orientadas a materializar iniciativas que terminan favoreciendo ese enfoque unilateral. Resultado: más de lo mismo, pero con un ropaje novedoso.
Indudablemente los aprendizajes son importantes, y los de lengua y matemáticas sì que lo son, porque hay múltiples estudios que demuestran a nivel científico que dichos aprendizajes están en la base del desarrollo ulterior de otras competencias y habilidades indispensables para la vida. Pero tan o mas importantes que los aprendizajes en sí son los sentidos de la educación, que tienen que ver con el tipo de sociedad que se proyecta desde la escuela (excluyente, competitiva, solidaria, comunitaria, humanista, etc.), y en los cuales ese aprendizaje cobra un sentido específico y una función (reproductora o emancipadora, por poner dos casos extremos).
La escuela debe aportar socialmente, no sólo con los aprendizajes, sino tambien con los sentidos de esos aprendizajes. Estos superan los meros desempeños individuales, ya que se sitúan en otra lógica de acción colectiva, donde son tan importantes los maestros como los estudiantes y la comunidad educativa. Los sentidos de la educación son tan importantes en el derecho a la educación, como el derecho a aprender".
Diego Rendón